Todavía no he conocido a nadie que no haya tenido contratiempos o recaídas al intentar ser productivo. Hay docenas de sistemas de productividad y miles de millones de individuos únicos tratando de ser productivos, por lo que la probabilidad de fracaso o recaída es bastante alta.

No todos los sistemas de productividad te funcionarán, y no pasa nada si no tienes éxito al principio, pero el objetivo es seguir improvisando y seguir adelante.

En este post, veremos las cosas que debe hacer después de una recaída.

Revise su camino al fracaso

Tras un intento fallido o una recaída, lo más importante es volver la vista atrás y ver qué podrías haber hecho de forma diferente o mejor.

He aquí algunos lugares por los que puede empezar.

Desencadenantes de recaídas

¿Qué te hace querer recaer? Tal vez sea la ansiedad, sentirse abrumado, etc.

Te ayudaría encontrar las cosas que te hacen abandonar el hábito de la productividad y encontrar formas de abordarlas.

La identificación de los factores desencadenantes puede empezar con una evaluación franca de tus comportamientos y la limpieza de las cosas que no aportan valor.

Barreras logísticas

Tu método de productividad y tu logística tienen que estar en consonancia. Por ejemplo, si estás intentando utilizar el Método Ivy Lee, no puedes tener un trabajo que dependa en gran medida de que otras personas configuren tu horario.

A un fontanero o a un carpintero se le llama cuando hay que hacer algo, y a veces incluso de forma improvisada, por lo que el método Ivy Lee no es viable para ellos.

Barreras psicológicas

Las personas pueden tener una serie de barreras psicológicas que les impiden ser productivas, entre las que se incluyen la falta de atención, la evaluación prematura, la falta de retención de la información, la desconfianza, el miedo a la incertidumbre y la duda, la resistencia al cambio, etc.

Averigüe si un problema subyacente profundo le está fallando en lugar de intentar tapar las grietas y probar un nuevo sistema/herramienta de productividad cada 2 semanas.

Encontrar y aplicar un sistema que funcione para usted

Paso 1: Elegir el tipo de sistema

Así que un sistema de productividad que funcione para ti podría ser una de estas 3 cosas:

  • Algo que existe y resuelve tu problema.

  • Algo que necesita modificación y puede resolver su problema.

  • No existe y hay que construirlo para poder resolver tu problema.

De todas ellas, la segunda opción es la más probable: algo existe pero necesita alguna modificación para adaptarse a sus necesidades.

Por tanto, cuando considere un sistema de productividad, busque algo que le proporcione el mayor rendimiento con una modificación mínima.

¿Por qué? Porque los sistemas se diseñan con un flujo lógico y la modificación más allá de cierto punto perjudicará el flujo del sistema.

Por ejemplo, si desea utilizar la técnica Pomodoro, deberá mantener intactas dos partes integrantes del sistema:

  1. Hora de trabajar.

  2. Seguido de una pausa.

Estas dos son partes integrantes, pero puedes modificarlas sin alterar la estructura. En lugar de 25 minutos de trabajo, puede ampliarlo a 45 minutos si le parece bien.

También puede reducir el número de franjas horarias de trabajo entre pausas largas de 15 minutos. Pero el flujo lógico del sistema debe permanecer inalterado al final de la jornada.

Paso 2: Crear el plan de ejecución

Una vez que haya preseleccionado los sistemas de productividad por los que quiere apostar, la siguiente fase es crear un plan de implantación.

El primer paso en la aplicación sería anotar las cosas y tener una visión general de lo que se quiere hacer.

Cuando tenga una visión de conjunto, le resultará más fácil convertir el plan que tiene en la cabeza en elementos procesables en su Calendario de Rutinas.

Elige un sistema y asigna un plazo determinado para probarlo. Por ejemplo, puedes probar el método "Cómete la rana" durante un par de semanas y ver cómo funciona.

El objetivo es darle el tiempo suficiente para que sepas si el sistema es para ti o no.

Paso 3: Anote el plan en su calendario

Una vez que le haya concedido un tiempo para probar un sistema de productividad, el siguiente paso sería hacerlo factible añadiéndolo a su calendario.

Puedes añadir recordatorios o incluso bloquear tiempo para actividades, todo sea dicho al final del día, poner tu plan en el calendario hará que tu experimento sea más estructurado.

Paso 4: Tómate tiempo para revisar tus progresos o la falta de ellos

Ya has bloqueado tiempo en tu calendario y has empezado a implantar un sistema, así que el siguiente paso lógico sería revisar cómo te funciona.

He aquí algunos aspectos que puede tener en cuenta.

  • ¿Cuánto tiempo le ahorra?

  • ¿Es sostenible la práctica a largo plazo?

  • ¿Tengo recaídas a menudo? En caso afirmativo, ¿por qué?

  • ¿Cómo puedo hacer que este sistema sea más eficaz?

Responder a estas preguntas le ayudará a determinar si un sistema es para usted y cómo puede mejorarlo.

Paso 5: Cultivar una mentalidad de crecimiento

Lo que ocurre con los experimentos es que habrá fracasos, por lo que debes cultivar una mentalidad de crecimiento para superar los reveses del fracaso.

Comprende que no eres alguien que fracasa. Eres alguien cuyos experimentos fracasan y te ayudan a progresar.

No dejes que un contratiempo te impida probar diferentes métodos, improvisar, construir un sistema, etc. Si tomas los datos de tus experimentos y haces apuestas calculadas, darás con un sistema de productividad que te funcionará.

Y con esto llegamos al final de esta entrada del blog. ¿Qué opinas al respecto? ¿Qué sistemas probaste y fracasaste? ¿Y con cuáles has tenido éxito? Háznoslo saber en Twitter en @Routine.

Gracias por leernos.