Todos los días nos esforzamos por conseguir algo, ya sea en el trabajo o en nuestra vida personal. Pero a pesar de nuestro empeño, pocos logramos la mayoría de las cosas que nos proponemos.

Y una de las principales razones del bajo índice de éxito es la falta de planificación. Como dice el famoso adagio, se planifica el fracaso cuando se fracasa en la planificación.

En este post veremos cómo crear un plan y conseguir más en el trabajo y en la vida.

Escriba su objetivo

Uno de los problemas habituales de los objetivos es que viven en nuestra mente y no son fiables. Mantener ideas/metas en la cabeza suele provocar estrés involuntario.

Así que lo mejor sería poner esos pensamientos por escrito (literalmente o no). Una de las mejores formas de hacerlo es utilizando las Páginas de Rutina, donde puedes hacer una lista rápida de todos los objetivos del día o del periodo de tiempo en el que estés trabajando.

Una vez que los objetivos están a la vista, resulta más fácil determinar los requisitos y pasar a la siguiente fase: la planificación.

Divide el objetivo en trozos

Los grandes objetivos ambiciosos son estupendos, pero también pueden resultar abrumadores y dificultar la planificación.

Por eso, desde el punto de vista de la estrategia, tiene sentido dividir los objetivos grandes y complejos en trozos más pequeños y manejables.

Desglosar los objetivos también le ayudará a asignar el tiempo y los recursos necesarios sin agobiarse y, como resultado, presupuestar más o menos de lo previsto.

Determinar los recursos necesarios

Una vez divididas las tareas en partes más pequeñas y manejables, hay que empezar a planificar los recursos necesarios para llevarlas a cabo.

Es aquí donde hay que mirar con realismo lo que tenemos delante y hacer estimaciones de lo que se necesita.

Priorizar y asignar bloques de tiempo

Uno de los recursos más críticos que necesitas para lograr tu objetivo es el tiempo, y necesitas ponerlo en una app como el Calendario de Rutinas para asegurarte de que tu proceso es manejable.

Así que elige esos trozos de tareas y bloquea el tiempo en tu calendario. Si las tareas son más pequeñas que el bloque de tiempo, considera la posibilidad de agrupar dos tareas similares o relacionadas.

Además, recuerde priorizar su lista de tareas antes de añadirlas a su calendario. Las tareas de alta prioridad y las que impiden a los demás hacer su parte, independientemente de su tamaño, deben realizarse en primer lugar.

Revise su plan y ejecútelo

Una vez que haya asignado tiempo y recursos, revise minuciosamente el flujo antes de empezar a ejecutarlo.

Mantén un plan lo bastante flexible como para poder girar o desviarte cuando sea necesario. Para ello, crea espacios en blanco para imprevistos o retrasos razonables en tu plan/programa.

Perfeccionar el plan para obtener mejores resultados

Una vez que haya empezado a ejecutarlo, revise periódicamente el plan y tómese su tiempo para perfeccionar el camino a seguir.

Es probable que no lo consiga perfectamente a la primera, así que eche un vistazo estratégico a los numerosos éxitos y fracasos de este plan para mejorarlo.

Conclusión

Elaborar un plan es fundamental para el éxito, y este artículo te ayudará a formular el siguiente. Si tienes algún comentario sobre este artículo, envíanos un tuit a @RoutineHQ.

Gracias por leernos.