Los malos hábitos pueden ser perjudiciales para nuestra vida e impedirnos alcanzar todo nuestro potencial. Ya sea fumar, procrastinar, comer en exceso o cualquier otro comportamiento perjudicial, dejar los malos hábitos nunca es fácil.

Pero, ¿y si te dijéramos que para dejar los malos hábitos no hace falta fuerza de voluntad? Aquí tienes algunos consejos sobre cómo dejar los malos hábitos sin depender de la fuerza de voluntad.

Identificar los factores desencadenantes

Comprender la raíz de nuestros malos hábitos es el primer paso para liberarnos de ellos. Identificar lo que desencadena nuestros malos hábitos puede ayudarnos a desarrollar un plan para evitar esos desencadenantes y reducir nuestros impulsos de incurrir en ese comportamiento.

Por ejemplo, si tienes la costumbre de comer comida basura cuando te sientes estresado, intenta encontrar formas más sanas de controlar el estrés, como el ejercicio o la meditación.

Encontrar un comportamiento de sustitución

Encontrar comportamientos positivos para sustituir sus malos hábitos puede ser muy eficaz. En lugar de fumar, prueba a dar un paseo o a mascar chicle.

En lugar de comer en exceso, prueba a beber agua o salir a correr, lo que te ayudará a romper el hábito y mejorará tu bienestar general. Si tus hábitos se desencadenan durante periodos concretos del día, puedes programar una actividad durante ese tiempo, lo que puede alejar tu mente.

Rodéate de influencias positivas

Rodearte de personas que apoyen tus esfuerzos por abandonar un mal hábito puede darte la motivación y el ánimo que necesitas.

Por otro lado, pasar tiempo con personas que tienen el mismo comportamiento negativo puede dificultar el abandono del tabaco. Puedes empezar por hacer una lista en Páginas de Rutina de todas las personas que influyen positivamente en tu vida y luego intentar pasar más tiempo con ellas.

Busca el apoyo de un terapeuta o consejero

Hablar con un profesional puede darte el apoyo y la orientación que necesitas para dejar tu mal hábito. Pueden ayudarte a comprender la causa de tu hábito y proporcionarte las herramientas que necesitas para superarlo.

Sin ayuda profesional, lo más probable es que deambules sólo para volver constantemente a los mismos patrones de hábitos que tenías en el pasado. Por eso, un terapeuta puede ahorrarte tiempo, dinero y esfuerzo.

Recompénsese

Dejar un mal hábito no es fácil, y es importante recompensarse cuando se alcanzan hitos en el camino. Los hitos también pueden ayudarte a seguir tu progreso para asegurarte de que no te estancas ni retrocedes.

Celebra tus éxitos, por pequeños que sean, y regálate algo que te guste. Esto puede proporcionarte la motivación que necesitas para seguir adelante. Puedes establecer una revisión mensual para no perderte ningún hito importante.

Conclusión

El cambio lleva tiempo, pero el progreso es progreso, por pequeño que sea; aunque abandonar los malos hábitos es un reto, no es imposible.

Comprendiendo los factores desencadenantes, encontrando un comportamiento sustitutivo, rodeándose de influencias positivas, obteniendo el apoyo de un profesional y recompensándose a sí mismo, podrá abandonar los malos hábitos sin depender de la fuerza de voluntad.

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