Los modelos mentales le ayudan a tomar mejores decisiones en muchas facetas de su vida y su trabajo. Tu productividad también puede mejorar si aplicas los modelos mentales adecuados.

En este artículo, veremos algunos modelos para que los adictos a la productividad mejoren su productividad de forma eficiente y sin esfuerzo.

En este post exploraremos algunos sesgos y errores comunes en la toma de decisiones y cómo contrarrestarlos.

Pensamiento de segundo orden

Quienes practican el pensamiento de segundo orden interrogan y extrapolan las consecuencias de la acción inmediata, lo que convierte a este modelo mental en una potente herramienta para mejorar la productividad.

Por ejemplo, cuando añades un televisor a tu espacio de trabajo, puede que merezca la pena considerar su efecto de segundo orden sobre tu productividad.

La televisión en tu lugar de trabajo te distraerá del trabajo, habrá más gente rondando tu mesa por culpa de la tele, te urgirá retransmitir eventos populares "imprescindibles" en la oficina, etc.

Mientras que los pensadores de primer orden podrían ver la televisión como un mero gasto o distracción directa, se esconde algo más allá de las consecuencias inmediatas.

Vía Negativa

Este modelo mental se refiere a tomar buenas decisiones eliminando las malas.

La vía negativa nos ayuda a afrontar la incertidumbre con más eficacia y facilita la toma de decisiones.

Por ejemplo, quieres ser más productivo, así que te fijas en las rutinas de la gente para encontrar patrones que puedas replicar.

En este escenario, un enfoque práctico sería fijarse en las rutinas de las personas que son muy improductivas y evitarlas.

Si descubres que casi todas las personas improductivas desayunan después de las 9 de la mañana, es probable que desayunar sano antes aumente tus posibilidades de ser productivo.

Puedes aplicar esto a otras elecciones rutinarias como la dieta, el ejercicio, la etiqueta en el escritorio, los patrones de uso de las aplicaciones, etc.

En resumen, evite los patrones destructivos y practique los buenos en lugar de limitarse a intentar replicar los buenos.

Principio de Pareto

En este contexto, el Principio de Pareto afirma que el 80% de los resultados se obtienen con el 20% de los esfuerzos, y viceversa.

Por lo tanto, si utiliza este principio, podrá identificar ese 20% que necesita su atención y dedicarse a él en lugar de dedicar más tiempo al 80% que no da buenos resultados.

Por ejemplo, si tiene cuatro tareas no tan importantes y una tarea superimportante para el día, debe elegir la tarea superimportante y cumplirla con eficacia.

Centrarte en esa única tarea te ayudará a mejorar la concentración, y los beneficios de completarla te motivarán para hacerlo mejor.

Podría aplicar el Principio de Pareto antes de la fase de ejecución y durante la fase de planificación, donde asigna más tiempo a la tarea con alto potencial/rendimiento y menos tiempo a las tareas de bajo rendimiento.

Por ejemplo, en el Planificador de Rutinas, si una tarea entra en la categoría del 20% de esfuerzo, priorícela dándole una fecha y hora de ejecución. Del mismo modo, si una tarea entra en la categoría del 80% de esfuerzo, delega, retrasa o elimina la tarea.

La regla de los 2 minutos

Esto es lo más sencillo que puede ser un modelo mental. La regla dice que si una tarea lleva menos de 2 minutos, hay que hacerla enseguida.

La sabiduría convencional podría decirte que pongas esa tarea en una cola para procesarla más tarde, pero si la planificación de una tarea lleva más de 2 minutos, ¿por qué no terminarla en dos minutos y seguir adelante?

Por ejemplo, supongamos que estás revisando tu correo electrónico y ves una actualización de uno de tus clientes potenciales preguntando por una función, y tardarás menos de 2 minutos en responderle.

En este caso, es mejor que le respondas en ese mismo momento en lugar de crear una tarea para ello en tu gestor de tareas y luego asignar tiempo para ejecutar la tarea, lo que te llevará mucho más tiempo.

En lugar de eso, puedes terminar de responder a tu cliente potencial y pasar al siguiente. Así reducirás la cola de tareas y eliminarás la carga mental innecesaria de tu cerebro.

Efecto de discriminabilidad

El efecto de discriminabilidad o efecto difícil-fácil se produce cuando predecimos incorrectamente nuestra capacidad para completar una tarea en función del nivel de dificultad.

El modelo mental afirma que subestimamos nuestra capacidad para completar tareas fáciles y sobreestimamos nuestra capacidad para completar tareas más exigentes.

Por ejemplo, tiene dos tareas en su lista:

  1. Añada cifras de fácil acceso a un informe.

  2. Crear un plan estratégico de adquisición

Aunque la tarea fácil es la primera, es más probable que pienses que es más complicada de lo que es, procrastinándola hasta que sea absolutamente necesario hacerla.

Por otro lado, es más probable que crea que preparar el plan es fácil y relativamente sencillo, por lo que puede dejarlo para el último momento.

En ambos casos, evalúas incorrectamente el esfuerzo necesario para completar la tarea, lo que hará que tu productividad se vea alterada.

El efecto de discriminabilidad se produce debido a otros sesgos como el sesgo de confirmación, el efecto Dunning Kruger, etc.

Por lo tanto, cuando se recibe una tarea fácil, es mejor hacer una evaluación honesta de la misma y terminarla en consecuencia, y lo mismo ocurre con las tareas más complejas.

Coste de cambio

Supongamos que utiliza el Producto A, que le ayuda a alcanzar el 80% de sus objetivos mensuales. Pero entonces le presentan el Producto B, que puede ayudarle a alcanzar el 85% de sus objetivos mensuales.

El principio del coste de cambio sugiere que la gente se quedará con el producto A a pesar de que el producto B sea más eficaz para resolver su problema debido a los costes de cambio percibidos y a menudo sobreestimados.

Por ejemplo, cuando tiene la opción de cambiar de un programa a otro ligeramente mejor, es probable que se quede con el que está utilizando.

De ahí que resulte útil evaluar conscientemente las herramientas con las que se trabaja y cambiar si el cambio resulta beneficioso, aunque al principio suponga un poco más de esfuerzo.

Si utiliza una herramienta de calendario primitiva, probablemente esté satisfecho con ella.

Sin embargo, podría utilizar una herramienta de calendario de última generación como Routine, que puede mejorar su eficacia gracias a su enfoque integrador.

Aunque hay un esfuerzo inicial de cambiar de su calendario actual (No es necesario para Google Calendar) a la Rutina, vale la pena hacer el cambio porque es más beneficioso para usted.

Conclusión

Éstos son algunos de los modelos mentales que puedes utilizar para mejorar tu productividad. ¿Qué opinas de ellos? Háznoslo saber en Twitter.

Si te gusta nuestro contenido, deberías echar un vistazo al podcast de productividad de Routine llamado "The Productive Minute" en iTunes, Google Podcasts y Spotify. Gracias por leernos.