En un mundo diseñado para trabajar de 9 a 5, es difícil ser productivo cuando no se es una persona madrugadora.

Sin embargo, eso no quiere decir que no pueda hacerse. Hay sistemas y trucos que puedes poner en práctica para ser productivo aunque no seas una persona madrugadora.

En esta entrada del blog, exploraremos algunas de las herramientas y tácticas que puede utilizar para empezar a ver resultados más rápidamente. Empecemos.

Averigüe su cronotipo

El primer paso para crear una estrategia para ser productivo es evaluar a qué se enfrenta, y una de las formas de hacerlo es determinando su cronotipo.

Los cronotipos no son más que la inclinación natural de tu cuerpo a dormir a una hora concreta. También se conoce como ser madrugador o noctámbulo.

Puedes hacer este rápido y breve cuestionario para averiguarlo. Una vez que lo hayas averiguado, hay sistemas y rutinas específicos recomendados para cada cronotipo que puedes seguir.

También existe el test de 3 preguntas de Daniel Pink que puedes utilizar para determinar qué tipo de ritmo sueles seguir.

Seguimiento de los niveles de energía

Existe un método o sistema de productividad muy popular denominado prime time biológico, que se refiere a los periodos en los que tienes más energía o sientes que eres más productivo a la hora de realizar tus tareas.

Al identificar y seguir su prime time biológico o sus niveles de energía, puede asignar sus tareas más esenciales a los bloques de tiempo con más energía.

Y para los momentos en los que no tengas mucha energía, puedes dedicarte a tareas mundanas y fáciles que no tengan una gran carga cognitiva.

Crear hábitos y ser constante

Cuando tengas claro tu cronotipo, el siguiente paso sería crear actividades adecuadas que puedas convertir en hábitos.

Por ejemplo, si tu cronotipo exige que te vayas a dormir a las 11 de la noche todos los días, entonces debes programar todas tus reuniones lejos de esa hora límite para que no estés estresado o realizando tareas de alta cognición cerca de la hora de acostarte.

En lugar de eso, puedes crear el hábito de leer un libro a las 22.30, de modo que te condiciones para conciliar el sueño.

Experimente con su horario

Aunque hay cuatro cronotipos significativos, somos 7.200 millones de personas. Así que es probable que los horarios prescritos no se ajusten perfectamente a ti, y no pasa nada.

Empieza a experimentar con tus horarios y observa cómo responde tu cuerpo al cambio. Al principio me aconsejaron que me fuera a la cama a las 22.30, pero tuve que experimentar entre las 22.30 y las 21.30 para darme cuenta de que mi mejor momento es a las 21.30".

Empecé mis días de trabajo a partir de las 4:00 AM y finalmente me establecí a las 6:00 AM después de encontrar el éxito allí. Este proceso lleva tiempo, pero solo tendrás que averiguar lo que te funciona una vez y podrás utilizar ese horario durante mucho tiempo.

Bloque de tiempo basado en los niveles de energía

Uno de los métodos de productividad más utilizados por ejecutivos de todo el mundo, el bloqueo del tiempo puede ayudarle independientemente de si es una persona madrugadora o no.

La idea es sencilla: bloquear tiempo en el calendario para realizar un único tipo de tarea. Puedes utilizar una aplicación como Routine para bloquear el tiempo, que es tan sencillo como arrastrar y soltar las tareas en el calendario.

Apúntate a la Rutina a continuación si aún no lo has hecho.

Bloquear el tiempo en función de tus niveles de energía puede ayudarte a mejorar tu productividad y la calidad de tus resultados.

Evitar los alimentos no complementarios

Muchas veces, tu día es lo que siente tu intestino. Identificar los alimentos que drenan tus niveles de energía es esencial para evitarlos.

Los alimentos pesados, como los postres, pueden darte un subidón de azúcar que te provocará rápidamente el bajón final que puede detener tu racha productiva.

También hay que tener en cuenta que incluso el alimento/artículo adecuado en el momento equivocado puede alterar tu rutina diaria y desviarte del camino productivo.

Por ejemplo, la cafeína justo antes de acostarse no es adecuada para su horario de sueño.

Crear una mesa de trabajo óptima

Si tienes que esforzarte para ir a trabajar todos los días, la mejor forma de ponerte manos a la obra sin demora es preparar la mesa la noche anterior.

Esto significa sencillamente que, antes de acabar el día, tienes que pensar en qué tienes que trabajar mañana para poder organizar tu espacio de trabajo de forma óptima.

Algo que yo hago es abrir las pestañas que necesitaré para completar la tarea de mañana en mi navegador de trabajo antes de terminar la jornada. Esta práctica me ayuda a ponerme a trabajar inmediatamente al llegar a mi mesa, y es beneficiosa si tus niveles de motivación son bajos al principio de tu jornada laboral.

No tiene por qué estar limitado por los horarios naturales

Tienes que trabajar con tu horario ideal y no contra él para ser más productivo. La idea es tener una estrategia para hacer frente a los obstáculos que puedan surgir sólo porque tu ritmo no encaja con el horario de 9 a 5.

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