Preferencias horarias
Empresarios, inversores, deportistas y artistas de éxito acaban estructurando sus días.
Aunque al principio suene restrictivo, cuando tu entorno se vuelve caótico con peticiones que llegan a diestro y siniestro, esta estructura te ayudará a mantener el control, reducir el estrés y sortear la locura de la semana.
La mayoría de la gente utiliza esta técnica de una forma u otra, creando bloques de tiempo para algunas actividades, desde tiempo en familia, deporte, etc.
Nicole Glaros, socia de Techstars, tiene fama de estar extremadamente disponible para todos los emprendedores a los que apoya. Puedes llamarla a las 3 de la madrugada y te atenderá en caso de emergencia. Sin embargo, deja muy claro a todo el mundo que por las mañanas no está disponible hasta las 10 de la mañana. Ese es su tiempo. Utiliza ese tiempo para actividades personales, deporte y reflexión. Es su manera de recargar las pilas y hacer frente a la locura que la golpeará a lo largo de la semana.
Tienes que encontrar lo que funciona para ti y definir una estructura que te deje una sensación de control. Para mí, la mañana es para avanzar en tareas que requieren concentración. La tarde la dedico a las reuniones. Algunas personas prefieren concentrarse por la noche, cuando los niños ya se han acostado.
Encuentra lo que funciona para ti.
Una vez definida su estructura, intente no romperla aunque no siempre sea posible, ya que se producen emergencias.
Por ejemplo, no tendría mucho sentido decirle a una inversora que visita tu ciudad durante dos días que solo puedes reunirte con ella la semana que viene el martes entre las 17.00 y las 19.00 horas. Se trata de una situación extraordinaria. Puedes y debes hacer una excepción.
Sin embargo, es probable que ponerse al día con otro empresario no sea una prioridad. Lo mejor sería tener en cuenta sus preferencias y aplazar la reunión hasta la semana que viene para que le quede algo de tiempo para completar sus tareas de la semana.
Es evidente que hay que ser flexible, pero la estructura debe ser lo primero; las excepciones vienen después. Lo más probable es que en este momento estés trabajando al revés: las excepciones están por encima de las prioridades que definiste al principio de la semana.
Esta metodología le ayudará a proteger su horario contra las intrusiones de sus colegas, pero sobre todo de usted mismo, porque es fácil perder el control y volver a caer en los malos hábitos.